La selección eficaz de repuestos, clave para una óptima gestión industrial. Actualmente, el papel de los repuestos en la industria y su eficiente manejo constituye una cuestión de vital importancia para el departamento de mantenimiento, llevando asociada una ingente cantidad de activos. Y no solo eso, pues también se trata de la optimización del tiempo de producción y de la calidad de servicio.

Tipos de repuestos a considerar

1) En función de la responsabilidad que tienen dentro del equipo, existen elementos cuya vida útil ha de establecerse de forma precisa. Por ejemplo, hay consumibles cuyo servicio suele prolongarse un año. Otros, en cambio, están sometidos a fatiga, desgaste y abrasión y su posibilidad de fallo es más frecuente.

2) Cada pieza presenta una distinta criticidad. Hay algunas que nos conviene tener siempre en stock sin excepción y otras con las que puede bastar la localización de proveedor, sin más previsiones.

3) También es vital establecer si la pieza en cuestión puede ser provista por un solo fabricante o por varios, pues esto modifica mucho la flexibilidad de la actuación.

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Factores a considerar en gestión de repuestos

1) Debemos hacer una evaluación detallada para establecer la relevancia de cada pieza y la urgencia de su reposición, determinando el nivel de su prescindencia.

2) Igualmente, hemos de estudiar la frecuencia de consumo considerando cambios habituales o averías ordinarias.

3) El plazo con el que logramos conseguir las piezas es trascendente para agilizar estas gestiones, pues puede que la entrega no sea inmediata.

4) Obviamente, examinar el coste del artículo es imprescindible. Por una lado no queremos piezas caras en el stock, pero el hecho de no tenerlas nos obliga a una trazabilidad muy precisa de su origen y las distintas posibilidades de consecución.

La selección eficaz de repuestos, clave para una óptima gestión industrial

Factores técnicos a establecer

En principio, hay varios parámetros que conviene tener bien definidos para proceder diligentemente a la gestión de repuestos, lo que nos permitirá emplear fórmulas específicas para cuantificar cada paso y seleccionar solo el número exacto de piezas:

1) El tiempo que tarda el proveedor en traernos los repuestos industriales que hemos encargado.

2) El lote de pedido es el número de unidades que pedimos en cada encargo.

3) El punto de pedido son las unidades que todavía quedan en el almacén y cuya cantidad hemos fijado como límite para proceder al nuevo pedido.

4) El stock de seguridad son las unidades que mantenemos siempre de reserva para reducir los picos de demanda o resolver retrasos en los envíos.

5) El stock total es el número de unidades totales del producto en el almacén.

6) El nivel de servicio define el porcentaje de veces que deseamos que no se produzca una rotura de stock.

Estos factores deben ser continuamente observados, pues su combinación matemática nos ofrece guías fiables de actuación en lo que respecta al almacén de repuestos. Se trata de hallar  un eficaz equilibrio entre una comedida inversión que nos permita máxima disponibilidad.

De todos modos, nunca está demás contratar servicios eficientes que mejoren la gestión del mantenimiento para poner en manos de profesionales esta cuestión y ganar tanto en tiempo como en dinero.

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