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Los tiempos actuales están dejando un panorama bastante complejo y preocupante en muchos aspectos.
Tras el fuerte impacto de la pandemia causada por el COVID-19, la invasión rusa en Ucrania trae fuertes consecuencias a nivel global, destacando el incremento en los precios del gas, el petróleo y los cereales.
Por ello, es fundamental conocer las mejores vías de gestión de crisis en un departamento de mantenimiento, con el fin de paliar los efectos de los sucesos globales.
Cómo gestionar una crisis en un departamento industrial.
La gestión de crisis es, sin duda alguna, una de las tareas más importantes para el mantenimiento a largo plazo de una empresa.
Prácticamente, todos los sectores se están viendo afectados por las consecuencias de las emergencias internacionales actuales, por lo que es imprescindible conocer las metodologías de actuación adecuadas para mantener la empresa a flote.
Evidentemente, cada compañía tiene situaciones y efectos diversos, por lo que debe ser tratada en función de sus necesidades.
En un departamento de mantenimiento industrial, tendremos que desarrollar un plan de gestión de crisis, el cual nos permitirá afrontar la situación desde la perspectiva adecuada.
Análisis del entorno y sus posibles consecuencias.
Antes de pensar en las acciones a desarrollar para frenar la crisis, debemos pararnos a pensar sobre los potenciales efectos que esta puede tener en nuestra empresa.
Por ejemplo, es evidente que la situación bélica en el este de Europa implicará una subida en el gas y el petróleo, por lo que ya tendremos esta información en cuenta a la hora de seguir trabajando.
El primer paso a la hora de gestionar una crisis pasa por cuantificar el impacto que esta tendrá en tu actividad. Debemos prestar especial atención a todos los factores que puedan dificultar o encarecer el proceso de mantenimiento industrial, para tenerlos en cuenta a la hora de diseñar estrategias y tomar decisiones.
Método de gestión de crisis en un departamento de mantenimiento.
Una vez se haya recopilado la información necesaria, es el momento de escoger la vía en la que el departamento industrial va a afrontar la crisis, existiendo tres métodos fundamentales:
- Gestión enfocada en la recuperación. Se utiliza cuando la situación de crisis fue inesperada y tuvo un impacto inmediato en las actividades de la empresa. Por ejemplo, una caída masiva en el software de mantenimiento industrial, que inhabilite la actividad durante dos días.
- Gestión responsiva. Consiste en preparar, con la información recopilada anteriormente, las respuestas a la crisis que se espera. Básicamente, es un sistema que se basa en desarrollar estrategias para afrontar una situación que ya se temía con anterioridad (la subida en el combustible por el conflicto bélico, por ejemplo).
- Gestión proactiva. Se basa en la preparación constante del negocio, con el objetivo de evitar crisis en aspectos potencialmente peligrosos para la continuidad y el desarrollo habitual de su actividad.
Diseño de planes adaptados a la problemática.
Con la información necesaria y el modelo de gestión a emplear, es el momento de empezar a buscar las vías más eficientes para paliar las consecuencias de la crisis. Para ello, debemos hacernos algunas preguntas imprescindibles:
- ¿Los procesos de mantenimiento industrial se van a ver afectados de forma inmediata?
- ¿Los posibles retrasos o la falta de recursos afectará a la capacidad de cubrir la demanda del negocio?
- ¿Existe la posibilidad de evitar los efectos de la crisis si la planificación es buena?
- ¿Cuánto tardaremos en solucionar la crisis?
- ¿Qué recursos necesitaremos para afrontar la situación con eficacia?
En la situación actual, es posible que muchos negocios no tengan la capacidad económica para realizar grandes inversiones, algo que puede afectar directamente a la estabilidad administrativa de la empresa, o a la propia producción, dados los encarecimientos en muchos productos.
Formar e informar a los profesionales de la empresa.
Al igual que los directivos, todos los trabajadores deben conocer al detalle la situación actual y futura que le espera al negocio, con la finalidad de tener una preparación adecuada para mitigar la crisis.
Debemos dejar claras, en todo momento, lo que esperamos de cada departamento, y los posibles cambios que deben esperar a la hora de efectuar sus tareas rutinarias.
Revisión y actualización constante de las metodologías.
Todo departamento industrial debe ejecutar una constante revisión de su plan de gestión de crisis, para conseguir que cualquier situación compleja en un futuro pueda ser solventada sin mayores consecuencias.
Pese a que los sucesos actuales nos hagan centrarnos en la subida del gas y el incremento en el precio de las materias primas, no podemos olvidar que las empresas también pueden tener otros focos de crisis muy peligrosos.
Fallos en el mantenimiento, problemas tecnológicos, inconvenientes con los trabajadores…, todos ellos deben estar controlados y monitorizados para garantizar el correcto avance de la compañía en su sector.
Conclusiones.
Ahora que sabes cómo gestionar una crisis en un departamento industrial, tu empresa estará preparada para afrontar las futuras (y presentes) consecuencias de los conflictos internacionales actuales.
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